Bien por el debate a partir de casos concretos y en positivo, mirando hacia una mejora de las obras para público infantil.
Bien por la propuesta de terminología, aún necesitamos más palabras para nombrar las nuevas realidades en la LIJ.
Bien por el toque realista y sensato a través de la comparación de las nuevas formas con producciones digitales ya casi agotadas por “antiguas”.
Y bien por precisar que no es tan sencillo acertar si deseamos obras de calidad.
Lecturalab está ejerciendo una labor inestimable en la discusión sobre lectura infantil digital. No dejen de seguirlos.